Esta advocación no alude a una aparición de la Virgen.
Sino a un fenómeno prodigioso que tuvo lugar el 29 de agosto
de 1953, en la casa de un obrero en Siracusa (Sicilia).
Durante cuatro días un cuadro de yeso con la imagen del
Corazón Inmaculado de María derramó lágrimas humanas, según pudo constatar una comisión de médicos el 1º
de septiembre del mismo año, quien llevó a cabo los análisis sobre su
composición.
La autenticidad de este fenómeno fue declarada el 12 de
diciembre de ese mismo año por los obispos de Sicilia reunidos en conferencia
episcopal.
LOS 4 DÍAS DE LACRIMACIÓN
El humilde matrimonio del obrero Angelo Iannuso y su esposa
Antonia, fueron depositario de un maravilloso regalo de la Virgen María.
Fue un
prodigio que comenzó en su dormitorio el 29 de agosto de 1953.
Antonia Giusto y su marido Angelo Iannuso se casaron y
fueron a vivir a Siracusa provisoriamente con su madre y su hermano.
Ellos eran muy pobres. Uno de los regalos de boda fue un
cuadro de yeso de Nuestra Madre Celestial. Esta imagen había sido reproducida
en masa en un estudio de la Toscana.
Para cuando Antonina descubrió que estaba embarazada, parte
de sus cambios físicos incluyeron toxemia que de vez en cuando le producía
ceguera momentánea.
Los doctores afirmaban que esto se debía a las dificultades del embarazo y la aconsejaban meterse en la cama y no salir de allí.
Antonia encontró un refugio en la plegaria, pero su marido se burlaba de esto.
El 29 de agosto de 1953 ella empezó con retortijones
espantosos que duraron mucho más de lo esperable. La gente que estaba con ella
la urgía a que buscara a su marido y al doctor.
De pronto Antonia se calmó. Luego sufrió un ataque que
la dejó ciega.
Alrededor de las 8:30 su vista estaba normal nuevamente.
En ese momento del día 29 de agosto y hasta el 1º de
septiembre de 1953, el cuadro de yeso, que representaba el Corazón Inmaculado
de María, a la cabecera de la cama en la casa de Angelo y Antonia, lloró
lágrimas humanas.
Antonia cuenta que:
“Abrí mis ojos y miré a la imagen de la Santísima Virgen por
arriba del cabezal de la cama. Para mi gran sorpresa la imagen estaba llorando.
Llamé a mi cuñada Grazia y a mi tía Antonina Sgarlata que
vino a mi lado mientras le señalaba las lágrimas.
Al principio creyeron que se trataba de una alucinación
debida a mi enfermedad.
Pero cuando yo insistí, ellas se acercaron a esa placa
pudiendo ver claramente que había lágrimas reales cayendo de los ojos de la
Madonna.
Y que algunas lágrimas caían primero por sus mejillas y
luego directamente a la cama.
Aterrorizadas llamaron a los vecinos, y ellos confirmaron el
fenómeno..."
Todos los miembros de la familia fueron llamados y todos
pudieron constatar el milagro.
Antonia se quedó mirando a nuestra Madre
Celestial por varias horas atestiguando el milagro, mientras que limpiaba las
lágrimas que iban cayendo sin cesar.
Primero fueron contenidas las lágrimas con un pañuelo y
luego con algodón.
La “Madonna“ lloró durante 4 días, desde el 29 de agosto al
1º de septiembre y atrajo a miles de peregrinos a Siracusa.
Tres sacerdotes visitaron la casa durante ese lapso.
El fenómeno se verificó en intervalos más o menos largos,
tanto dentro como fuera del hogar.
Muchas fueron las personas que vieron con sus propios ojos,
tocaron con sus manos, y sintieron lo salado de las lágrimas.
LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA CERTIFICA
El domingo 30 de agosto, el 2º día de las lágrimas.
Este día Nicola
Guarino, un cameraman de Siracusa, con su cámara documentó en 300 cuadros o
fotogramas la Lacrimación.
En esas imágenes se puede ver la forma y el fluir de las
lágrimas.
El ojo humano se podría dejar sugestionar, pero el objetivo
de la cámara retrata lo que ocurre con objetividad.
Siracusa es uno de los pocos eventos en que las lágrimas
están documentadas.
El 1º de septiembre se reunía un grupo de distinguidos
clérigos, cuatro hombres de ciencia y tres testigos de inmaculada reputación,
para así formar una comisión investigadora en nombre del Arzobispado.
La comisión se reunió en la casa de los Iannuso a la mañana
con el fin de estudiar el fenómeno y sacar una muestra de las lágrimas para ser
analizadas.
Después de haber tomado el líquido que surgía de los ojos
de la imagen, se hizo un análisis microscópico. La respuesta de la ciencia fue:
"las lágrimas son humanas".
El cura párroco dio fe que los doctores juraron por la
Biblia en cuanto a la veracidad de lo analizado.Tras el estudio científico de
la imagen dejó de llorar. Fue el cuarto día.
LOS MILAGROS
Los pedazos de algodón que habían enjugado las lágrimas de
la Madonna que llora fueron enviados a varios lugares alrededor del mundo, y en
muchos se produjeron varios milagros. Uno de ellos fue en España.
La Santísima Virgen llora porque el mundo ya no reza más.
La primera persona en experimentar un milagro fue también la
primera en haber visto el llanto de la Virgen.
Desde el momento en que Antonina Iannuso vio las lágrimas,
se recuperó totalmente de una severa toxemia.
El 25 de diciembre de 1953 Antonina da a luz a un niño muy saludable.
El Arzobispo Baranzini ofició en el Bautismo del niño.
El fenómeno fue declarado auténtico el 12 de diciembre del
mismo año, por los obispos de Sicilia reunidos en conferencia episcopal.
La Virgen de las Lágrimas fue aprobada por el Papa Pío XII
el 17 de octubre de 1954.
En el año 2003, un enviado especial de Juan Pablo II
concluyó las celebraciones del Año Mariano de Siracusa en el Santuario de la
Virgen de las Lágrimas, 50 años después del milagro.
El santuario había sido consagrado por el mismo papa en
1994.
¿CÓMO ES EL SANTUARIO DE LA VIRGEN DE LAS LÁGRIMAS EN SIRACUSA, ITALIA?
En Siracusa se encuentra la estructura monumental de forma
cónica, con con sus 74 metros de altura.
El Santuario de Nuestra Señora de las Lágrimas, un signo de
profunda devoción y fe, fue erigido en memoria del milagroso acontecimiento de
1953.
Donde en la humilde casa vertió lagrimas la imagen de yeso
de la Virgen María.
El Santuario es un edificio impresionante en su enorme
estructura de hormigón armado.
La superficie total es de 4.700 metros cuadrados, con una
capacidad para alrededor de 11.000 personas.
Fue diseñada la arquitectura por M. Audrault y P. Parat de
París, y la parte estructural por R. Morandi de Roma.
La construcción circular (cuenta con 18 ingresos) tiene un
diámetro exterior de 80 metros, y acoge a la iglesia inferior o cripta,
inaugurada en agosto de 1968, y la iglesia superior o santuario tiene una base
apoyada en 22 vigas de cemento armado con un diámetro interior de 71,40 metros.
Dentro de la cripta, en el centro, se encuentra el altar
mayor, donde está la imagen de la Sma. Virgen María.
Situado alrededor del altar mayor hay 8
capillas dedicadas a Santa Lucía, en Santa Agata, San Conrado, a San Pedro y
Pablo, el Crucifijo, la Sagrada Familia, San Francisco de Asís, el Santísimo
Sacramento.
En las paredes de cada central capillas destacan las
representaciones icono gráficas de refinada belleza.
La iglesia superior está cubierta por 22 enormes columnas
de hormigón armado, dispuestas radialmente.
En la parte superior de la estructura exterior cónica está
una estatua de bronce de la Virgen de las Lágrimas, labor del escultor Francesco
Caldarella, rodeado por un halo de elementos circulares.
El pavimento de la inmensa nave tiene incrustaciones de
mármol de Carrara blanco, gris y negro, reproduciendo una estrella.
De mármol Lasa es la pavimentación del altar mayor y del
presbiterio.
EL RELICARIO CON LOS RECUERDOS DE LAS LÁGRIMAS DE LA MADONNA
En el santuario está conservado el relicario, que contiene
algunos valiosos recuerdos de la lacrimación prodigiosa.
Hecho sobre proyecto de Biagio Poidimani, el relicario tiene
un pie de base octagonal y consta de 3 niveles.
• En el primero está conservada la tira de tela que cubría
la imagen, la mitad de un pañuelo húmedo de lágrimas, algunos algodones en los
que se recogieron las lágrimas por la Comisión de médicos el 1 de septiembre de
1953.
En las esquinas hay unas estatuas de San Pedro San Pablo,
San Marziano y Santa Lucía.
• En el segundo piso cuatro paneles que recuerdan el
prodigio.
• En el tercer piso, custodiada por cuatro ángeles, está la
urna de cristal que conserva los vidrios que sirvieron para el análisis
microscópico.
En ella se conservan, ahora cristalizadas, las lágrimas.
El santuario fue consagrado con motivo de su visita a
Siracusa (noviembre de 1994), por el Santo Padre: Juan Pablo II.
Durante la
construcción del Santuario se descubrieron restos arqueológicos que datan del IV
y el siglo VI aC.
LAS LÁGRIMAS DE LA VIRGEN TESTIMONIAN SU PRESENCIA
Extracto de la Catequesis de Juan Pablo II sobre Nuestra
Señora de las Lágrimas
Conocemos algunas lágrimas de María por las apariciones con
las que ella de vez en cuando acompaña a la Iglesia en su peregrinación por los
caminos del mundo.
María llora en La Salette, a mediados del siglo pasado,
antes de las apariciones de Lourdes, en un período durante el cual el
cristianismo en Francia afronta una creciente hostilidad.
Llora también aquí, en Siracusa, al término de la segunda
guerra mundial.
Se puede comprender dicho llanto precisamente en el marco de
esos hechos trágicos: la inmensa hecatombe causada por el conflicto; el
exterminio de los hijos e hijas de Israel.
Y la amenaza para Europa que proviene del este, constituida
por el comunismo declaradamente ateo.
También en ese período llora la imagen de la Virgen de
Czestochowa, en Lublín: éste es un hecho poco conocido fuera de Polonia.
Por el contrario se difundió ampliamente la noticia del
acontecimiento de Siracusa, y fueron numerosos los peregrinos que vinieron
aquí.
También el cardenal Stefan Wyszynski vino aquí en
peregrinación en 1957, después de haber sido excarcelado.
Yo mismo, que por aquel entonces era un obispo joven, vine
aquí durante el Concilio, y pude celebrar la santa misa el día de la
conmemoración de todos los fieles difuntos.
Las lágrimas de la Virgen pertenecen al orden de los signos;
testimonian la presencia de la Madre Iglesia en el mundo.
Una madre llora cuando ve a sus hijos amenazados por algún
mal, espiritual o físico.
María llora participando en el llanto de Cristo por
Jerusalén, junto al sepulcro de Lázaro y, por último, en el camino de la cruz.
Hoy, aquí en Siracusa, puedo dedicar el santuario de la
Virgen de las Lágrimas.
Aquí estoy finalmente, por segunda vez, pero ahora vengo
como Obispo de Roma, como Sucesor de Pedro, y realizo con alegría este servicio
a vuestra comunidad, a la que saludo con afecto.
Santuario de la Virgen de las Lágrimas, has nacido para
recordar a la Iglesia el llanto de la Madre.
Recuerda también el llanto de Pedro, a quien Cristo confió
las llaves del reino de los cielos para el bien de todos los fieles.
Que esas llaves sirvan para atar y desatar, para redimir
toda miseria humana.
Vengan aquí, entre estas paredes acogedoras, cuantos están
oprimidos por la conciencia del pecado y experimenten aquí la riqueza de la
misericordia de Dios y de su perdón.
Los guíen hasta aquí las lágrimas de la Madre.
Son lágrimas de dolor por cuantos rechazan el amor de Dios,
por las familias separadas o que tienen dificultades, por la juventud amenazada
por la civilización de consumo y a menudo desorientada, por la violencia que
provoca aún tanto derramamiento de sangre, y por las incomprensiones y los
odios que abren abismos profundos entre los hombres y los pueblos.
Son lágrimas de oración: oración de la Madre que da fuerza a
toda oración y se eleva suplicante también por cuantos no rezan, porque están
distraídos por un sin fin de otros intereses, o porque están cerrados
obstinadamente a la llamada de Dios.
Son lágrimas de esperanza, que ablandan la dureza de los
corazones y los abren al encuentro con Cristo redentor, fuente de luz y paz
para las personas, las familias y toda la sociedad.
Virgen de las Lágrimas, mira con bondad materna el dolor del
mundo. Enjuga las lágrimas de los que sufren, de los abandonados, de los
desesperados y de las víctimas de toda violencia.
Alcánzanos a todos lágrimas de arrepentimiento y vida nueva,
que abran los corazones al don regenerador del amor de Dios.
Alcánzanos a todos
lágrimas de alegría, después de haber visto la profunda ternura de tu corazón.
¡Alabado sea Jesucristo!
6 de noviembre de 1994
ORACIÓN PARA IMPLORAR LOS FAVORES DE LA VIRGEN DE LAS
LÁGRIMAS
Conmovido con el prodigio del derramamiento de tus lágrimas,
Oh! misericordiosísima Virgen de Siracusa
vengo hoy a postrarme a tus pies,
y animado con una sencilla confianza
por tantas gracias como has ido concediendo,vengo a ti,
Oh! Madre de clemencia y de piedad, para abrirte mi corazón,
para arrojar en tu dulce corazón de Madre todas mis penas,
para unir mis lágrimas a las tuyas:
las lágrimas del dolor por mis pecados y
las lágrimas de los dolores que me afligen.
Míralas, Oh! Madre querida,con rostro benigno y con ojos de
misericordia,
y por el amor que tienes a Jesús
dígnate consolarme y escucharme.
Por tus santas e inocentes lágrimas
dígnate impetrarme de tu divino Hijo
el perdón de mis pecados, una fe viva y ardiente,
y la gracia que ahora, te pido...
(Pedir la gracia)
Oh! Madre mía, y esperanza mía, en tu Corazón inmaculado y
dolorido
pongo toda mi confianza.
Corazón Inmaculado y dolorido de María, ten compasión de mi.
Rezar la Salve.
Amen.
Fuentes:
https://it.wikipedia.org/wiki/Madonna_delle_Lacrime
http://www.madonnadellelacrime.it/
https://it.wikipedia.org/wiki/Santuario_della_Madonna_delle_Lacrime_(Siracusa)
http://www.santiebeati.it/dettaglio/91911
http://www.preghiereagesuemaria.it/libri/storia della
madonna delle lacrime.htm
http://medjugorje.altervista.org/doc/apparizioni/madonnadellelacrime/storia.html
http://www.lanuovabq.it/it/articoli-beata-vergine-maria-delle-lacrime-a-siracusa-12013.htm
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